A lo largo de los años, se ha producido un meteórico impulso al alza en la demanda de credenciales educativas falsas. Los títulos falsos han surgido como algo atractivo en una sociedad que concede una importancia primordial al éxito educativo debido a las evidentes ventajas que ofrecen. Algunos ejemplos de estas ventajas incluyen una mayor visibilidad en la disciplina de una persona y la capacidad de ampliar su profesión.
